La información puede estar en todas partes

Una de mis grandes pasiones y que muchos años la he mantenido escondida, guardada en el cajón de cosas especiales de mi vida y que solo aquellos dignos de mi confianza podrían acceder a ellas, es la astrología, fuente de mi mayor autoconocimiento y también de placer y curiosidad.

Recuerdo que tenía poco más de 20 años cuando fui a un astrólogo/periodista, fanático del cine, que me hizo la primera lectura de mi carta natal, asociando mis pilares astrológicos, con actores y películas clásicas…¡Una pasada!…¡Me quedé impactada! lloré solo de la emoción de darme cuenta que esta persona, que no me conocía de nada, supo descifrar un mapa en mí, que yo misma no entendía y no le encontraba explicación. Este personaje peculiar, comenzó a dar forma y explicaciones a emociones y sensaciones que llevaba tiempo sin poder descifrarlas y se acumulaban a través de mí con mucha angustia y la correspondiente desorientación…

¡Voila! Todos esos personajes, eran energía que vivía dentro de mí y daban forma a la auténtica Daniela, esos planetas y signos convivían conmigo y si sabía darles cabida, tendría una serie de herramientas que podrían acompañarme siempre.

Mi sol el faro que ilumina mi camino, mi ADN
La luna, mi mundo emocional y que es importante nutrir
Mi ascendente, cómo me ven los otros, como me muestro al mundo
Mi venus, lo que valoro, mis valores, mi seducción.
Marte, el guerrero que me ayuda a luchar y a conseguir mis objetivos
Júpiter cómo me expando
Mercurio mi mundo mental, de aprendizaje y de comunicación
Saturno, qué vengo aprender, lo que me limita, pero me da sabiduría
Neptuno mi intuición, mi imaginación
Urano mi despertar de conciencia
Plutón: lo que me transforma y me da poder.

Todos estos personajes junto a los signos, casas y cómo ellos interactúan, me ayudaron a conocerme mejor y ahora a aportar este mismo conocimiento en mis sesiones de coaching.